¡Hola! ¿Cómo están? Cuánto tiempo sin leernos, ¿no? Siento que fue tanto que ya casi no me acuerdo cómo se bloguea, pero la ocasión lo amerita así que vamos a ver qué sale *cruza los dedos*
Ayer en la madrugada, mientras paveaba con el celular porque no me podía dormir, miré la fecha en la que me encontraba y me caí.
El 19 de enero el blog cumplió 11 años.
WHAAAAAAAAT? ¿Cómo pasó? ¿En qué momento? Siento como si el tiempo hubiera pasado corriendo en plena maratón y no lo hubiera visto hacerlo. Me deja helada el caer en cuánto me marcó la vida la decisión que tomé aquel 19 de enero de 2010. Nunca en mi vida me hubiera imaginado hacia donde me llevaría.
Es loquísimo pensar que, en aquel entonces, lo que arrancó como un hobby en medio de dudas sobre mi futuro terminó llevándome a saber qué era lo que quería hacer en la vida. Y a conocer a tanta gente increíble. Hubo quienes me inspiraron sin saberlo, quienes se convirtieron en más que simples conocidos y quienes se convirtieron en verdaderos amigos que quiero para toda la vida.
Aprendí tantas cosas tan diferentes gracias a este blog y todo lo que conllevó, empezando por el hecho de ayudarme a salir al mundo y soltar la coraza que siempre tuve. El soltarme y dejar de ser la Stefy tímida, insegura y mega antisocial que había sido durante toda la adolescencia (y un poco más). A veces no me creen cuando cuento que en aquel entonces era re antisocial al nivel de encerrarme en mi cuarto cuando mis hermanas invitaba a sus amigas a casa, aún pese a sus intentos de integrarme, de querer sacarme de mi encierro.
Creo que es increíble lo que logra rodearse por la gente correcta, y no lo digo porque las amigas de mis hermanas tuvieran algo malo, sino por el hecho de sentirme cómoda con las personas me rodeaban.
A medida que conocía a personas que les gustaba lo mismo que a mí, con quienes podía decir lo que pensara sin que me miraran raro, con quien compartir todo lo que me generaban los libros que leía y poder intercambiar opiniones y fangirlear sin descanso ni prejuicios fue lo que me dejó ver que no hay nada de malo en decir lo que uno piensa, no hay nada de malo dejarse ver como uno realmente es, ser genuino y espontáneo.
Y conocer gente que tiene las mismas ideas o gustos (o trastornos mentales XD) que uno no tiene precio. (Para todo lo demás existe Mastercard *budu bum tss*)
El comienzo fue lento. El blog creció de a poquito y a pasitos de bebé, quizás no llegó tan lejos como otros más populares, pero superó con creces mis expectativas y estoy orgullosa de lo que logré porque lo hice sin esperar nada a cambio, sin saber que un día contaría con el apoyo y colaboración de las editoriales y que me leerían personas de otras partes del mundo.
Siento que dejé mi huellita, no será la más grande y notoria del mundo, pero es mía. Y aunque hace varios meses que no logro encontrar la forma de retomar el blog, como antes, tengo la esperanza de volver a encontrar esas ganas de escribir en él, de volver a compartirles más de mí y de todas las cosas inesperadas que pasan por mi vida... Este año que pasó fue una montaña rusa que me dejó agotada, bloqueada y perdida en más de una forma.
Creo que les haré saber cuando me encuentre.
Mientras tanto, voy a intentar reconectarme. Conmigo, con el blog, con todo. Va a ser como al principio, de a poquito y a pasitos de bebé. Ténganme paciencia, sobre todo porque quizás empiece a subir entradas muy nada que ver con libros y más relacionadas con mis locuras del momento, a modo de desahogo o reflexión que probablemente a nadie le importen pero YOLO.
Este blog lo empecé con una idea y fue mutando tanto como yo, supongo que por eso terminó siendo algo totalmente diferente a lo que planeaba. Pero a veces está bueno cambiar, incluso cuando no tenés idea de a dónde te va a llevar eso ¿no? Siento que me estoy poniendo más filosófica, pero a veces está bueno perderse, porque para reencontrarte te replanteas un montón de cosas y es como depurar: ves qué te sigue quedando bien, qué te hace sentir como y qué no. Algunas cosas uno las conserva, otras las guarda con cariño y otras simplemente se dejan ir. Uno se reconstruye de a poquito, y en ese momento en que sentimos que todo está en su lugar no damos cuenta de que nos reencontramos y podemos seguir adelante.
Pienso en que algunos pensarán que a esta altura esta entrada es medio random, pero espero que a alguien le haya gustado. Creo que no soy la única que se siente medio perdida y a veces saber que otros pasan por lo mismo te ayudan a sentirte mejor y a saber que no se está solo en esta.
Pero bueno, me despido de ustedes. Gracias miles por acompañarme a lo largo de estos años, por leerme incluso cuando siento que desvarío y pienso que nadie va a leer lo que escribo, por alimentar al blog con sus comentarios y nutrirlo con el apoyo de siempre. Gracias por hablarme en persona y hacerme saber que no soy la única oveja multicolor en un mundo de blancas, negras y grises aburridas y sin imaginación, que uno no es raro porque le guste leer y enamorarse de personajes ficticios.
Gracias por recomendarme autores y libros que no hubiera conocido sin ustedes y que hoy muchos son de mis favoritos, por guiarme a leer algo más que solo mi género literario favorito e incluso a contarme sobre sus propias historias y proyectos. Siento que esta comunidad es hermosa y que llegó para quedarse.Espero que estén muy bien, que se estén cuidando y que no se hayan dormido intentando leer este testamento que les dejé (si es que intentaron leerlo completo).
Les mando un abrazo virtual gigante y, cuan villano derrotado, juro que volveré.